XL Concurso Nacional de Arte Joven premió a sus ganadores
La UV distinguió además a excuradores de la sala El Farol y al Banco de Chile, por su colaboración con el certamen.
El acto, que tuvo lugar en la sala Rubén Darío del Centro de Extensión UV, fue encabezado por el rector Aldo Valle, junto al director de Extensión y Comunicaciones, David Carrillo, y el curador de la sala y director del certamen, Rafael Torres.
Los acompañaron el vicerrector de Investigación, Adrián Palacios; el contralor interno, Cristian Moyano; el decano de la Facultad de Arquitectura, Juan Luis Moraga; la directora de Investigación, Francisca Rosenkranz; el gerente de Grandes Empresas del Banco de Chile, Felipe Almeyda; en representación de la ministra de Cultura, el jefe de la División de Educación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Pablo Rojas; Rodrigo Prado, gerente general de El Mercurio de Valparaíso, y el diputado Marcelo Díaz, además del artista y académico Víctor Maturana, integrante del jurado de este año.
Al hacer uso de la palabra, el director de Extensión y Comunicaciones destacó el orgullo que significa para la Universidad de Valparaíso desarrollar el Concurso Nacional de Arte Joven por cuarenta años, a la vez que agradeció a todos quienes han colaborado en su realización.
Luego, se entregaron reconocimientos a los excuradores de la sala El Farol y al Banco de Chile por su importante apoyo al desarrollo del certamen. Por parte del Banco de Chile recibió la distinción el gerente de Grandes Empresas, Felipe Almeyda, mientras que los curadores distinguidos fueron Edgardo Catalán, Rafael Molina y Rafael Torres —actualmente en el cargo—, mientras que Gumaro Fermandois no estuvo presente en la ceremonia, pero sí en la inauguración de la exposición de las obras seleccionadas.
Para Edgardo Catalán, estar en la celebración de las cuatro décadas del Concurso de Arte Joven “es muy importante, porque pasaron muchos años desde que me fui de la Universidad y no volví a ver una muestra del Concurso. Y es interesante, porque, aunque no he podido ver todavía toda la muestra, me interesa mucho ver qué cambios ha habido en la orientación estética del concurso”.
Gumaro Fermandois, por su parte, expresó que “es toda una parte de mi vida, desde que fui estudiante, luego profesor y de haber estado 38 años en la Universidad como docente y participando alternativamente en este concurso y en esta sala. Estoy mirando para atrás y siento como pasar una película de lo que pasó en esta sala y los cambios que ha habido en estos años”. A su juicio, la muestra actual de obras seleccionadas y premiadas está “bastante bien, muy parejo el nivel, se mantiene el estándar del concurso. Bien, bastante bien”.
Las menciones honrosas entregadas este año fueron para María de la Paz Ortiz, Sebastián Varas, Gonzalo Tapia, Simón Jiménez, Katherina Oñate y Pablo Suazo. Los premios especiales, por su parte, consistentes en un premio de 500 mil pesos cada uno y diploma, fueron para Marcial Barrera y Javiera Porter.
El Premio del Litoral, consistente en tres millones de pesos, fue otorgado a Marta Navarrete por su obra en técnica mixta “Daisy y Violeta”. Para ella, este reconocimiento “significa una reafirmación hacia el trabajo que estoy realizando, que es el camino que tengo que seguir con las muñecas. Me gusta porque me gusta la tela, me gusta la textura, trabajar con eso me gusta demasiado. Entonces esto reafirma más que tengo que seguir esa línea”. Añadió que “lo mío es romper el estereotipo que hay de la belleza a través de las muñecas, porque hoy día las muñecas están muy como encasilladas en solamente una belleza: un cuerpo delgado, alto, blanca, entonces yo quiero poner como la deformación en muñecas, pero no que caiga en lo grotesco, sino que en lo suave. Por eso mi medio principal es la tela, porque evoca suavidad, tratarla con delicadeza”.
El Premio de Honor Universidad de Valparaíso, de adquisición, consistente en cuatro millones de pesos y diploma, fue para Óscar González, por su obra gráfica “Reflejo”.
“Uno ve las bases y se entusiasma, porque hay muy pocas oportunidades para el arte, más para el arte joven, y uno con todas las ganas trata de hacer lo mejor que se pueda en su obra, para participar, quedar en la exposición que hay. Y si uno obtiene una distinción, y en este caso la de honor, es genial, es como una gran felicidad. Porque lamentablemente vivir de esto es muy complejo, y tomar la decisión ya es difícil, por todo lo que esto significa, y que de a poco se vaya reconociendo el trabajo a uno le da ganas para seguir y darse cuenta de que uno no se equivoca en las decisiones que ha tomado”.
El rector Aldo Valle relevó la obstinación que ha tenido la Universidad de Valparaíso para desarrollar el Concurso de Arte Joven por cuarenta años: “Yo he usado la palabra obstinación porque con ello quiero significar básicamente que son aquellas acciones que llevamos a cabo por una convicción profunda, sin detenernos en cálculos estratégicos, en argumentos que puedan responder sólo a la lógica, sino que sobre todo responden a una motivación profunda de una institución, como es la Universidad de Valparaíso, que considera que está dentro de sus principales deberes contribuir a la cultura, y desde luego a la expresión libre, sin condiciones, del arte, de la subjetividad, porque ese es el modo más propio de ser de una universidad”.
Las obras seleccionadas y premiadas se exponen a partir de este viernes 30 en la sala El Farol, en marzo en el Espacio Matta de la comuna de La Granja y luego en la Pinacoteca de la Universidad de Concepción.